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Flash anular Meike FC100
Si queremos progresar en la calidad de nuestra fotografía macro, necesariamente vamos a tener que aportar luz en muchas ocasiones, más bien en la mayoría, diría yo, por lo que nos va a ser indispensable trabajar con un flash unas características especiales que nos produzca la luz desde el objetivo ya que si utilizamos un flash convencional el propio objetivo nos provocará sombras molestas que nos arruinarán la fotografía.

 

El flash anular es la opción ideal para fotografías de objetos pequeños y de determinados retratos, ya que nos permitirá obtener una iluminación diferente de la que conseguiremos con el flash tradicional montado encima de la cámara.

Así conseguiremos fotografías en donde la zona central aparecerá sin sombras, mientras que estas van apareciendo gradualmente hacia la periferia de la imagen por lo que podremos destacar los principales detalles del sujeto a fotografíar.
 
El flash anular para macrofotografía suele estar formado por dos partes, una de ellas es la unidad central que se instala en la salida para flashes externos de la cámara a través de una zapata, y la otra es la unidad de flash montada en el objetivo.

Normalmente las baterías se encuentran ubicadas en la primera unidad, la cual está conectada al flash circular a través de un cable. Aunque he visto algunos flashes anulares que están formados por una sola unidad, pero estos no me convencen ya que no se pueden sincronizar con el disparador de la cámara como lo hace este Meike FC 100 que al llevar la zapata adaptada para la cámara que tengo, que es una Canon, si lo tenemos en la opción flash, la unidad circular se encenderá en cuanto disparamos igual que en un flash convencional.  

La mayoría de las marcas de fotografía cuentan con un flash anular a pesar de que este flash no es tan conocido como los convencionales, por lo que su precio es bastante más caro, pero afortunadamente encontré en Ebay este Meike FC100 a un precio excepcional, por menos de 25 euros. El Flash de anillo se conecta fácilmente con los adaptadores que trae este Meike FC100 por lo que podremos utilizarlo con muchos tipos de objetivos. En concreto este flash anular cuenta con siete anillos adaptadores con los diámetros de 52, 55, 58, 62, 67, 72 y 77 milímetros por lo que prácticamente podemos utilizarlo en la mayoría de los objetivos en los que razonablemente podemos usar en fotografía macro, ya que por ejemplo tengo un teleobjetivo de diámetro de rosca de 82 mm pero que obviamente tanto por la distancia focal como por la luminosidad no creo que sea el idóneo para este tipo de fotografía.  Los anillos adaptadores están hechos de plástico y no metálicos como en otras marcas, pero es un plástico de alta calidad que parece muy resistente.

Las arandelas se enroscan en el aro de filtro del objetivo y el cabezal del flash se fija a éstas mediante dos lengüetas situadas uno a cada lado del cabezal. Poner o quitar el flash entero no nos quitará mucho tiempo y en pocos segundos lo tendremos instalado completamente en la cámara.
 
Está compuesto por treinta y dos LEDs (diodos emisores de luz) y el manual que viene tanto en chino como en ingles pone que producen una temperatura promedio de color de 5500 grados Kelvin. También podemos modificar la intensidad de la luz del LED pulsando los botones de ajuste de la energía en el cuerpo del flash. Trabaja con cuatro pilas AA.  Este flash anular tiene dos modos: modo de flash y luz continua. El inconveniente de este Meike FC100 es que no es un flash TTL . hay que regular la potencia, apertura e ISO manualmente.

Las siglas TTL vienen del inglés Through The Lens (a través del objetivo). Y es porque es a través del objetivo de la cámara por donde se realiza la medición del destello y se decide cuanta intensidad es suficiente para lograr una exposición correcta de la fotografía.
 
Con los flash TTL cuando se dispara la cámara se le ordena al flash de que también se dispare. El destello del flash permanece hasta que el sensor situado en el cuerpo de la cámara no detecte que la toma está correctamente expuesta. Al recibir esta información a través del objetivo y en el mismo plano del sensor, se garantiza que la medición de la exposición realizada tendrá en cuenta la focal del objetivo, los posibles filtros que hayamos colocado delante de éste así como la sensibilidad ISO y la apertura con la que hayamos disparado.  Por lo que con este Meike al no ser TTL todo este trámite lo tendremos que realizar manualmente, por lo que tendremos que calcular la distancia de la toma y la apertura del diafragma a la que tenemos que disparar, pero con la práctica es una tarea que dominaremos fácilmente. Con el Meike FC100 necesitaremos ajustar la velocidad del obturador y la apertura manualmente porque de lo contrario, en modo automático, el fotómetro de la cámara medirá la iluminación ambiental sin tener en cuenta la luz producida por los LEDs del flash, y dará lugar a la sobreexposición de la fotografía.

Las primeras tomas que hice creyendo que funcionaría con el modo automático comprobé que todas las fotografías me salían en blanco.
 
Datos técnicos: Número Guía: 15 (ISO:100)  Ángulo de cobertura: 80º horizontal y 80º vertical Luz de modelado  Velocidad de sincronización: A todas las velocidades dependiendo del modelo de cámara Cabezal: Tipo Anular con dos mitadess conectables a voluntad  Temperatura de color: 5500 ºK Ajuste de potencia: 1/1, 1/2, 1/4, 1/8, 1/16, 1/32, 1/64  Alimentación: 4 pilas o baterías recargables tipo AA Tiempo de reciclaje: entre 3 y 4 segundos  Compatibles con objetivos de diametro 52mm, 55m, 58mm, 62mm, 67mm, 72 mm y 77 mm. Peso: 167,2 gramos sin baterías

Presentación
 
El flash viene en su caja original del fabricante, no viene con bolsa de transporte por lo que tendremos que tener cuidado de que no se nos pierda los anillos adaptadores de diferentes diámetros. Yo le he tenido que adaptar un par de huecos en mi mochila del material fotográfico.




Unidad de control y cabezal


El flash tiene un número guía de 15, para mi es más que suficiente para iluminar correctamente cualquier escena macro. He realizado alguna foto de retrato y debido a sus características, y dependiendo de en qué casos, este flash nos puede dar unos resultados bastante aceptables.

La unidad de control se sitúa sobre la zapata de la cámara y tiene una pantalla de leds verdes que muestra toda la información necesaria para manejar las múltiples opciones del flash.  Características principales Trabaja, como he comentado más arriba, manualmente, permitiendo bajar la intensidad del flash hasta 1/64 de su potencia máxima. Pero quizás la característica más destacada es que, al tratarse de dos pequeñas unidades de flash independientes, podemos elegir a través de los botones de la unidad central mantener encendido o apagado, el flash anular completo así como el lado derecho o el izquierdo. Esto nos va a ayudar mucho a la hora de iluminar una escena realzando el relieve y las sombras de un lado u otro a nuestro gusto.

 

Si te gusta la macrofotografía de verdad, tarde o temprano acabarás buscando un flash específico para sacarle todo el partido a esta hermosa disciplina, y esta puede ser una muy buena opción a un precio más que interesante y una calidad que por ese precio no vamos a encontrar en otras marcas.


 

 

 

La falta de controles de ajustes en cuanto a sub o sobre-exponer en el propio flash, se puede suplir con los ajustes de sub o sobre-exposición que van integrados en la propia cámara, nada que no podamos solucionar, con un poco de habilidad si controlamos mínimamente nuestra cámara.

 

 

 
    

 
 
   

 

 

 

 

Para utilizar un flash esclavo, tengo el SYK-3 de flash sin mando a distancia , con este aparatito capta la luz del flash maestro y así controla de forma remota el auxiliar a parpadear de forma sincrónica, sin necesidad de conectar cables. Tiene un tamaño pequeño, también puede crear artificialmente diferentes tipos de efectos, y adoptar medidas especiales. El SYK-3 de flash sin mando a distancia funciona con la mayoría de las unidades de flash con zapata universal como Nikon, Sigma, Olympus, Pentax, excepto Minolta / Sony, ya que utilizan una zapata especial, a excepción de Canon, ya que utilizan voltajes especiales disparo .



   
 
 
 
   

 

 

 

 

 

   
 
 
 
    

 

 

 

 

Para usar todo esto necesito un “flash bracket” para sujetar el flash a la cámara, el modelo que tengo también se puede fijar en el trípode. El adaptador giratorio le permite tener un control total sobre el flash o la colocación de esclavos.








Cada cámara tiene una limitación de la distancia mínima para la captura de imágenes pequeñas. Con lentes “close up” nos aumenta la imagen y podemos captar los detalles que la óptica de nuestra cámara no nos lo permite.


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Los filtros UV son convenientes para las imágenes bajo el sol y no dejan pasar las radiaciones ultravioletas y nos protegen al objetivo de golpes, suciedad y condiciones atmosféricas adversas.

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Sobre la necesidad de usar un trípode o no, no cabría discusión alguna, claro que lo más cómodo es disparar a pulso y siempre que haya luz suficiente para poder disparar con tiempos de exposición rápidos, las fotos siempre nos saldrán bien definidas y claras. Pero si la luz escasea, a menos de 1/30 seg. no hay pulso por muy concentrado que uno esté que pueda sacar una fotografía nítida. Por eso cuando vaya a anochecer o amanecer, en interiores con poca iluminación o simplemente que queramos salir nosotros mismos en la fotografía, usando el disparador automático, el trípode nos será imprescindible. 

Para ello cuento con la inestimable ayuda del Hama Star 63 extensible 66/166 cm. de aluminio, el cual el cabezal bascula en cualquier posición gracias al conjunto de rótulas que dispone. Cuenta además con un útil nivel de burbuja para tomas de paisajes. Aunque en el mercado venden niveles de burbuja que se instalan en el patín del flash, para el caso de que el trípode que tengamos no venga con el nivel.



Pero cuantas veces por no ir cargado con el trípode lo hemos dejado en casa y nos hemos ido sólo con la cámara, aún sabiendo que como queramos hacer una foto con todo el grupo incluyendo al fotógrafo o bien nos arriesgamos a que el primero que pase nos haga el favor de hacérnosla y aunque ponga todo su empeño y buena fe, o bien nos corte los pies o algún miembro del grupo no salga entero o sacrificarnos y hacer nosotros la foto aunque nos muramos de ganas de salir en ella. Así que el trípode siempre acabamos dejándolo atrás por la incomodidad de llevarlo pero siempre acabamos por echarlo de menos en más de una ocasión.
 

 

Este Hama Star 63 es estable, sólido y la rótula es 3D. Este tipo de rótula son las mejores para trabajos de estudio, macro y en los que tengamos que hacer movimientos muy suaves y encuadres muy precisos y ajustados.

Está fabricado en aluminio un material muy usado por su ligereza, precio y resistencia a la corrosión.

El inconveniente que tenemos con este tipo de rótulas es que hay que manipular tres roscas en vez de una, los mangos sobresalen y hacen incómodo el transporte del trípode, son bastante más pesadas que las de bola y su relación carga/peso suele ser inferior.

La rótula es la parte donde vamos a colocar la cámara, la zapata se puede separar de la rótula para poderla atornillar a la cámara más cómodamente y uan vez fijada a la cámara la podemos quitar y poner muy rápida y fácilmente.

La rótula es la parte responsable de inclinar a la cámara y moverla horizontal, verticalmente o hacia los lados la de este Hama cuenta además con dos niveles de burbuja para que sepamos en cualquier momento el grado de inclinación de la cámara tanto en horizontal como en vertical.

La rosca es de 1 / 4 " que es la medida universal de las cámaras para fijarse a un trípode, y lo bueno es que cuenta con zapata extraíble para fijar la cámara, facilitando esta labor y podemos llevarla acoplada en la cámara si tenemos que desplazarnos en una misma sesión de un sitio a otro, con solo mover una pestaña quitamos y ponemos la cámara del trípode por lo que no tenemos que ir cargados con la cámara puesta en el trípode al cambiarnos de lugar, esto es muy útil ya que si no correríamos el riesgo de golpear la cámara cuando va puesta en el trípode si movemos este de una lado para otro.

Y para enroscar la cámara no necesitaremos un destornillador ya que la zapata viene con un tornillo con un cabezal movible que es como un pequeño pasador que con los dedos se enrosca y desenrosca fácilmente con la mano.

Las patas están cubiertas con unos tacos de goma para facilitar así su sujeción en superficies en las que sea muy fácil el deslizamiento. Además viene  con un mango para facilitar su transporte cuando lo tenemos fuera de la bolsa. La carga máxima recomendada es de 4 kg. Por lo que soporta perfectamente una cámara réflex con su correspondiente objetivo.

Lo peor es su peso 1.740 gramos que si por un lado ofrece la estabilidad necesaria para soportar una cámara réflex, por otro lado está a la hora de transportarlo que es más pesado y abulta bastante ya que plegado mide los 66 cm. de altura.

Las patas de 50 cm. al desplegarse se alargan un metro más alcanzando una altura total de 166 cm. Tienen un diámetro considerable por lo que nos aportarán estabilidad y robusted. Por lo que dónde pongamos el trípode, siempre que sea una superficie plana, tendremos la certeza de que la cámara estará bien sujeta y al utilizar el disparador automático de esta, no se caerá.

Especificaciones Hama Star 63:

Rótula                                                                                                                                                        Dos niveles de burbuja
Patas / Secciones : 3
Rótula 3D
Diámetro patas (mm) : 26,70
Zapata rápida y extraible                                                                                                                              Asa de transporte
Altura Mínima  66 cm.  Máxima 166 cm.
Carga máxima :  4Kg
Peso:  1.740g



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Los estudios portátiles de fotografía son ampliamente utilizados para fotografiar objetos para luego colgar en webs de comercio electrónico las fotografías, imágenes de profesionales de catálogo y subastas en línea. Se utilizan mucho también para tomar fotografías de los productos de pequeñas empresas, tales como joyas, relojes, teléfonos,  la electrónica, las computadoras y así sucesivamente. El miniestudio tiene un velcro delantero con una abertura en el centro por donde introducimos el objetivo de la cámara y así no entra más luz que la iluminación que hayamos puesto con los focos y evitar sombras molestas.

 

 

 





   
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